Finalmente, el arquitecto alemán Bernd Schmahl, residente en Mallorca, se encargó de diseñar la bodega en torno a la idea central del Método Gravedad como obra de arte arquitectónica, en la que armonizaron las diversas ideas y deseos fundamentales de la familia propietaria, así como los requisitos técnicos con las especificaciones estéticas del arquitecto del Ayuntamiento de Pollença. El ingeniero agrónomo Juan Artigues fue el responsable de la construcción técnica de la obra. Uno de los grandes retos fue la obtención de la licencia de obras, ya que el conjunto forma parte de la Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los requisitos son, con razón, muy elevados si se va a construir un nuevo edificio. Con demasiada frecuencia, las construcciones de las últimas décadas no han encajado con el paisaje original. La solución fue finalmente construir la bodega en el interior de la cantera e integrarla en el paisaje de tal manera que permaneciera en gran medida invisible. Esto resultó ser un golpe de suerte, ya que las bodegas requieren una temperatura uniformemente baja, lo que hace que casi no sea necesario un enfriamiento adicional de los vinos, incluso en pleno verano.